Los riesgos de hacer negocios con una sesión privada de Sex Cam en

La industria de las cámaras sexuales

Para muchos trabajadores del sector privado de las sexcams eróticas, la industria digital les ha brindado la oportunidad de ganar un dinero extra. El trabajo permite una mayor flexibilidad de horarios, y algunas modelos incluso trabajan desde casa. Pero la demanda de trabajo sexual va en aumento y la competencia crece a un ritmo acelerado.

Como consecuencia, algunas trabajadoras del sexo tienen dificultades para llegar a fin de mes. Una nueva ley aprobada en 2018 llamada SESTA/FOSTA ha facilitado que las plataformas prohíban el contenido de los usuarios, lo que dificulta que los trabajadores sexuales se ganen la vida.

En los primeros tiempos de Internet, los artistas del porno y el sexo tenían libertad para experimentar y crear algo innovador y único. Ese acercamiento libre al porno era una forma de probar fetiches que de otro modo habrían estado fuera de su alcance.

Esto era especialmente cierto en los primeros tiempos de las tecnologías de streaming y chat, que daban a la gente corriente la posibilidad de publicar porno amateur y vídeos sexuales. Los que eran creativos, innovadores y capaces de explotar fetiches hasta entonces desconocidos solían ganar grandes cantidades de dinero.

El sector de las cámaras eróticas es muy competitivo, y es esencial conocer los riesgos de hacer negocios en este entorno. He aquí algunos aspectos a tener en cuenta:

Sesiones privadas

Cuando ves un vídeo de sexo en directo, puedes sentirte como si estuvieras en la misma habitación que la modelo. Puede ser una gran experiencia, pero debe saber que no siempre es posible ver el modelo real en tiempo real. Eso se debe a que puede estar grabando sus programas para su sitio web, o puede estar utilizando una plataforma de terceros para difundir su vídeo.

No puedes grabar sesiones privadas de cámara sexual desde estos sitios web sin pedírselo antes a la modelo. Por eso se recomienda utilizar un sitio o plataforma de cámaras profesional para las sesiones de sexo en directo. Sin embargo, estas son todas las razones para que todo el mundo disfrute del sexo por webcam con una modelo.

Aparte de eso, es importante recordar que los profesionales del sexo son seres humanos y que hay que tratarlos con respeto. Eso significa no enviar spam ni inundar las salas con mensajes no deseados, y mantener tus interacciones al mínimo.

También es bueno tener en cuenta que si vas a pagar por un espectáculo sexual, sólo debes pagar por lo que quieres y necesitas. Y es que si vas a por el espectáculo privado más barato, puede que merezca la pena el precio de la entrada, pero puede que no consigas lo que has pagado.

Porque podrías acabar con un imbécil o un mentiroso. Es importante recordar que un modelo de cámara trabaja para sí mismo y que su sustento depende de lo que pueda ofrecer.

Comportamientos sexualmente controvertidos

Las plataformas de cámaras sexuales aplican normas de obscenidad basadas en estándares contextualmente dependientes, que pueden estar moldeados por la heteronormatividad (Berlant, 1997: 18). Sin embargo, algunas plataformas de cámaras web se han esforzado por prohibir comportamientos sexuales «pervertidos» que podrían no infringir sus normas, como el uso de sangre, el dolor, la asfixia erótica o el fisting.

Estas vagas normas no se ajustan a los marcos legales del camming, pero pueden tener mucho significado social. Como señaló una trabajadora del sexo, «significa que cualquier cosa que se consideraría obscena en tu propia comunidad está bien en estos sitios, y eso significa que puedes señalar a alguien básicamente por cualquier cosa».

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